Según estima la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay unos 235 millones de personas que sufren asma. Es la enfermedad crónica más común entre los niños. Aunque no se puede curar, un tratamiento apropiado permite controlar la enfermedad y disfrutar de una buena calidad de vida.
A pesar de que las causas últimas del asma no se conocen del todo, los factores de riesgo más importantes son productos inhalados, entre los que cabe citar los siguientes: alérgenos en espacios exteriores (como pólenes y mohos), alérgenos en espacios cerrados (por ejemplo, los ácaros del polvo, la contaminación y la caspa de los animales domésticos), productos químicos irritantes y humo de tabaco.
Los expertos aseguran que el seguimiento personalizado en la consulta, conocer el tratamiento a emplear en cada momento y mantener una adherencia al tratamiento tomando los medicamentos, tal y como se le han prescrito, son las “claves” para saber manejar una enfermedad como el asma.
El tratamiento del asma infantil, se basa en tres pilares: prevención, tratamiento farmacológico y educación, tanto del niño como de la familia. Durante la prevención, los expertos recomiendan, entre otras medidas, evitar la exposición al alérgeno o reducir la exposición con medidas de control ambiental a través de terapias coadyuvantes como el uso de aire puro.
Tras estudios realizados con la tecnología BUBBLE |PURE AIR de Zonair3d en pacientes asmáticos en 2014, la doctora Anna Cisteró, Jefe del Servicio de Alergología y Neumología del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, recomendaba el uso de aire puro para pacientes asmáticos, puesto que después de realizar sesiones en un espacio donde se respira 99,995% de aire puro libre de partículas contaminantes y agentes alergénicos, se observa una mejoría en los resultados espirométricos, lo cual revierte en una mejora de la calidad de vida de los pacientes.
2 de mayo de 2017.